01 marzo 2009

Descompuesta

Y he decidido escribir porque hoy, precisamente hoy me siento particularmente descompuesta. Descompuesta, sin ganas de ser vista y que alguien más note mis descomposturas de fábrica. O por el simple temor a que se den cuenta del estrago de los días en mí, alguien podría notar el hecho de que no soy tan articulada como debería, o que mis faltas de tacto no son fortuitas, tal vez notarían que ayer se me descompuso alguna sección de mi antebrazo o que mi epidermis esta dividida en colores marcados por caídas sin remedio y golpes en los lugares más comunes de mi hogar. También notarían la total ausencia de ese no sé qué, que no sé cómo, que no sé en dónde, que tal vez nunca tuve. Sería inevitable ver las imperfecciones de mi cuerpo y las que se muestran a través de la mirada. Notarían de inmediato el desencanto, el agotamiento antinatural de mis años, éste tipo de descompostura es de las cuales uno evita dar explicación, porque las explicaciones son por demás absurdas, ésta descompostura se nota y se entiende, pero no es preciso mencionarla, es la descompostura que uno teme sea permanente, ese tipo de descompostura por la cual la garantía del producto no aplica...